¿EXISTE ALGUNA DIFERENCIA ENTRE HOMBRES Y MUJERES EN CUANTO A FUERZA FÍSICA PARA REALIZAR EL TRABAJO
- Lívia Viana
- 7 feb 2023
- 3 Min. de lectura
El nuevo ciclo 2023 ya ha comenzado y el 12 de enero impartí la conferencia "¡Lo quieren! ¡Pueden! Ellas pueden!" a los empleados de la Compañía de Proyectos de Construcción y Montaje LTDA (CMPC) una industria ubicada en São Luís - MA y, al final de la conferencia, recibí el cuestionamiento de uno de los empleados que tomó como base mi experiencia en la gestión de obras donde mujeres y hombres trabajaban juntos, y me preguntó si había una diferencia entre hombres y mujeres en términos de fuerza física para la ejecución de obras de construcción.

Respondí que sí. Sin embargo, mientras que los hombres soportan más esfuerzos realizados repetidamente con pesos, como, por ejemplo, en los servicios de levantamiento de mampostería con bloques de hormigón, que pesan alrededor de 13 kg, las mujeres, por el contrario, suman con las actividades en el servicio de pintura utilizando una mayor técnica y experiencia, es decir, con esta simple asignación podemos optimizar ambas manos de obra y garantizar una mayor productividad y calidad en la ejecución del servicio.
El colaborador, a su vez, quiso profundizar en el tema y uno de los gerentes de la empresa le pidió que respondiera e informó que hoy en día, en relación a la fuerza, no ve diferencia entre el trabajo femenino y masculino, ya que la tecnología permite la adaptación de los equipos preservando la ergonomía y posibilita una buena ejecución independientemente de quien esté operando, como en el caso de la carretilla que está adaptada para el transporte de materiales pesados.
Inmediatamente tuve que darle la razón, porque la tecnología realmente ha aportado soluciones para fomentar la inclusión y reducir el despilfarro y los esfuerzos innecesarios durante la ejecución. Desde esta perspectiva, es pertinente traer a colación un concepto del Sistema de Producción Toyota que refuerza nuestra posición en este diálogo. El despliegue de la producción ajustada menciona siete tipos de despilfarro capaces de comprometer la productividad de una organización. Una de ellas es la pérdida causada por movimientos o esfuerzos innecesarios (las otras son defectos, sobreproducción, existencias, procesamiento innecesario, transporte innecesario y espera) (OISHI, 1995).
En aquel momento sólo tenía en cuenta mis percepciones a través de la experiencia que tenía sobre el terreno y no visualizaba todas las posibilidades que ya existen y que aún no se aplican en nuestras operaciones. Durante este periodo, observé su productividad en el manejo del bloque para levantar mampostería sin la misma velocidad que los hombres; su miedo a trabajar en altura en el servicio de pintura; y la dificultad para mantener el equilibrio sujetando el cubo de pintura y el rodillo. Por ello, tuvimos que tomar la decisión de mezclar el equipo con hombres y mujeres, aprovechando el potencial de cada uno sin pensar en intentar mejorar utilizando un equipo mejor.
Si me preguntan si ya tenemos todas las soluciones en tecnología para todos los servicios que exigen mayores esfuerzos que no diferencien a hombres y mujeres? Sinceramente, confieso que no conozco la respuesta y por eso creo que debemos considerar que aún no tenemos la respuesta correcta, pero sí tenemos escenarios que analizar, soluciones que buscar, pruebas y validaciones que realizar antes de decir que no hay diferencias, aunque tengamos la tecnología a nuestro favor.
Como el gerente de la empresa expresó su opinión y es correcta incluso desde el punto de vista de la literatura organizacional, creo que CMPC ya ha incluido en su planificación estratégica, directrices que no diferencian a hombres y mujeres en la fuerza física dentro de su operación, dando indicios de ser una empresa que ya está a la vanguardia, trabajando por la diversidad, la inclusión, la paridad, la equidad. Este episodio me hizo concluir que un mundo en crecientes transformaciones y con la necesidad de inserción de la mujer en el mercado laboral en funcionamiento no debe limitarse a la fuerza física. Pero, ¿podemos decir que se ha eliminado este problema? Creio que não e que, infelizmente, ainda não temos uma opinião definitiva, mas uma possibilidade de deixar de ser cada vez mais, onde todas as mulheres poderão conquistar a sua independência financeira e sem as barreiras de prejuízos que ainda existem.
La intervención del gerente y sus respuestas fueron de gran valor y aprendizaje, haciéndome pensar fuera de la caja y aportando al discurso un "depende" que despierta nuestra mirada a nuevas preguntas sobre el tema. Cuando estamos dispuestos a transmitir nuestra experiencia, aprendemos mucho más de lo que enseñamos y esto es de hecho muy gratificante en las conferencias y tutorías que hago, con cada experiencia sigo aún más motivada para trabajar por el empoderamiento y desarrollo de más y más mujeres, esta es mi misión y el compromiso de todas nosotras en Ela Faz. Dejo aquí constancia de mi gratitud y el deseo de verles la próxima vez.
Lívia Viana – CEO da Ela Faz Tecnologia
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